La Vorágine: Herencia Verde. No interesa en qué momento se haya leído o se vaya…
Relaciones, algoritmo e imagen
Relaciones, algoritmo e imagen. Tal vez nadie se salva. Nos desconectamos de alguien porque el algoritmo nos ha dejado de mostrar sus fotos o sus historias.
Más triste aún: ahora oímos excusas como “No he vuelto a saber de ti (no me enteré de esto) porque no me aparecen tus historias, o porque no me sale nada de ti en el feed”. Esta parece ser la nueva manera de encubrir nuestras debilidades o errores. La debilidad o el error de no actuar y no manifestar nuestro auténtico interés por el otro. ¿Hasta cuándo pondremos la responsabilidad de nuestra ingratitud u omisiones en lo de afuera? Ese es un tema, el relacionado con el fortalecimiento o la debilidad de los vínculos.
Y hay otro: la envidia y la crítica que nacen en nosotros al ver fotos de los demás, lo cual nos aleja de nuestro entorno. ¿Cuándo dejaremos de compararnos y así poder alegrarnos genuinamente por el otro –(y, por ejemplo, darle un corazón con el corazón)?
Daré la respuesta: hasta que ahondemos en nuestro autoconocimiento propio y nutramos una relación personal incondicional. Todos, sin excepción, tenemos trabajos interiores pendientes por gestionar. La clave está en que los reconozcamos y tomemos acción a conciencia. Sé que esto requiere disciplina, valentía y humildad. Es retador. Este plano nos recuerda lo fuertes que podemos ser y también lo débiles.
De lo anterior deduzco que estamos sometiendo la mayoría de nuestros vínculos a las redes digitales y nos estamos olvidando que somos de carne, hueso y corazón, de sentimientos, pensamientos y decisiones.
Tenemos la oportunidad de empezar a recordar que tenemos voluntad, derechos y responsabilidades sobre nuestros actos. Pongámonos la mano en el corazón: por más de que queramos ocultarnos o defendernos con el algoritmo, tenemos una conciencia que nos recuerda nuestras omisiones.
Hace poco recibí un chat de una amiga con quien no tenía contacto desde hace 5 o 7 años. Una relación que por malos entendidos o confusiones se deterioró. Qué grato fue leerla y hablar con ella de nuevo. Me comentó que no tiene ninguna red social, excepto Whatsapp, lo cual me reconfirma que querer acercarse a alguien, es poderlo hacer; que querer apoyar a alguien, es poderlo hacer; que querer ser solidario con alguien, es poderlo hacer; que no hay excusa para manifestar el valor que le tenemos a las personas que consideramos importantes en nuestra vida.
Dejemos las disculpas,
- “Es que no entro a redes”
- “Es que no tengo IG”
- “Es que no tengo Tik-tok”
- “Es que no me apareces en mi feed”.
Dejemos de escondernos y justificarnos en el algoritmo y mejor, empecemos a trabajar en nosotros para recuperar la sinceridad con los demás y con nosotros mismos.
Ahora, más que estudiar la inteligencia artificial, es el momento de profundizar en nuestra inteligencia emocional.
Imagen consciente, comunica sin palabras.
Juliana Gutiérrez de la Cuadra.
Consultora, docente y conferencista de Imagen Personal Consciente
Mentora en Conversaciones Inspiradoras
Moda Sostenible Central Saint Martins, UAL.
Personal Colour Style BF 123
Relaciones algoritmo e imagen
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