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Estilo personal y proyectos de vida

Estilo personal y proyectos de vida

Estilo personal: el combustible de tus proyectos. Hace unos meses leí la carta de una de mis mentoras en la cual confesaba los pensamientos que tuvo hace unos años, al empezar su negocio, respecto a sus objetivos profesionales y personales.

Su sinceridad mi inspiró a tal punto que hoy estoy aquí para revelarte los míos, guardando las proporciones, pues ella cumple casi, creo que 15 años de camino, mientras yo apenas estoy empezando los 6. Dudé en publicar este blog, pues no me gustó que pudiera caer en un lugar común de repetidas reflexiones. Sin embargo, somos iguales en esencia. Así que poniendo por delante la transparencia, lo escribí para que fuera una aproximación genuina a través de la cual podamos conectar añoranzas, nostalgias y alegrías mutuas.

Mi idea es compartirte las conclusiones de esta mirada en retrospectiva que creo, pueden contribuir a tus juicios, especulaciones, preocupaciones y decisiones sobre tu estilo personal, y el combustible que en consecuencia, le pones a tus proyectos de vida.

¡DALE AL PLAY!

Estilo Personal y proyectos de vida

En el 2018 me entró un arrebato por tener un gran reflector apuntándome y convertirme en una voz popular en asesoría de imagen y estilo. Como la mayoría, empecé mi proyecto con trabajos aislados, y conferencias para grupos conocidos y círculos cercanos. Digamos que las cosas iban avanzando.

A comienzos del 2020, saliendo a flote de un sacudón por bajas ventas de una masterclass, llegó la pandemia con todo lo que ya conocemos: un cambio de rutinas y el aislamiento. Fui una más que experimentó tener sus miedos y heridas emocionales pendientes en primer plano; en mi caso también tomaron fuerza las que estaban más o menos gestionadas. A medida que, de manera enredada y dificultosa entendía que la incertidumbre es lo más natural de este plano, mi ambición e ideales orientados a sobresalir, empezaron a desaparecer y fue llegando la confusión.

¿Estaba desilusionada o había perdido el entusiasmo por mi negocio?… me enmarañaba en mis diálogos internos pues, a pesar del “desencanto”, mi disciplina para crear publicaciones en redes, escribir mis blogs y dar una conferencia o una asesoría personalizada seguía intacta.

El camino para entenderme me tomó casi dos años. Concluí que mi combustible, lo que realmente me mantenía en pie, era mi visión orientada a que la gente conectara consigo misma y con los demás de la manera más genuina, es decir, sin máscaras; y en ese sentido, acompañarlas y ayudarlas a que lo hicieran de la mano de una comunicación auténtica. Claro, esta comunicación abarca nuestra expresión personal que incluye el estilo propio, que además se convierte en un camino de sanación y fortalecimiento de autoestima.

Tu estilo personal y los proyectos de vida

¿Qué relación tiene el combustible de tus proyectos de vida con el estilo propio? ¡Toda! La psicología aplicada a la imagen personal nos da la respuesta más detallada: todos los estilos alojan unos lados interiores de sombra y de luz que nos revelan:

  • Si estamos llevando el estilo personal para disfrazar al personaje que creamos por miedo a no recibir amor o no encajar. Un personaje lleno de estrategias fingidas para sentirse querido por los demás, y entonces aceptado.
  • Si estamos viviendo el estilo personal con entusiasmo, aceptación y disfrute, con el ánimo de la sana expansión de los valores propios.
  • Si tenemos pendientes heridas emocionales.

Así las cosas, fui consciente de mi estilo personal y de mi proyecto de vida, y claro, de mis heridas. Desde el 2017 deseé tranquilidad económica y emocional, una vida equilibrada, en una ciudad como Bogotá, en un barrio silencioso ojalá, rodeado de verde; en un espacio que se dejara remodelar; tener tiempo flexible, viajes sin estrés por nada ni nadie, dictar clases, compartir con la familia, mi pareja y mis amistades, y estar rodeada de clientes, aliados y colegas de energía ligera y sincera.

El punto no es si esto es lo que uno debe anhelar o si hay que desearlo con mucha fuerza. El tema central es lo que tenemos escondido en nuestro interior al momento de plantearse una visión.

Cuando me proyecté esto, no había sido consciente de mis miedos o heridas emocionales. Tres años después, cuando unas de ellas salieron a la luz y otras reaparecieron, me permití mirarlas de frente y desmenuzarlas a mi ritmo. Fue áspero y tosco, pero luego relajante. Recordé mi visión del 2017, la comparé con las ambiciones del siguiente año (2018) que estaban más orientadas al reconocimiento popular, y entendí porque estas últimas se habían empezado a desvanecer en el 2020.

Rescatando mi visión del 2017, caí en cuenta de que en mi proyecto no hay por ejemplo, grandes equipos de trabajo, ni una oficina con sala de juntas, ni un local en un barrio en tendencia (ni para mi trabajo en Asesoría de imagen, ni en el de Diseño floral). Y aclaro, no está mal si tu anhelas esto. Es cuestión de estilos y de la intención detrás de tus deseos.

Imagen Consciente

En mis momentos de contemplación, hoy observo que estoy rodeada de lo que deseé desde el 2017: una vida tranquila en medio de los altibajos propios del camino, con recursividad (o responsabilidad) ante las complicaciones de los giros y con cada vez menos momentos de afán; cuando estos aparecen respiro y me recuerdo que todo puede esperar (sigo trabajando en eso). Y lo mismo con la incertidumbre y su enlace inminente con imaginar cosas negativas (así nuestro cerebro cree que nos está alertando y previniendo, lo cual sería poco probable que dejemos de hacerlo), ante lo cual repaso que esta es solo una posibilidad más de un abanico de opciones.

Aquí estoy siendo consciente, NO de que hay que visibilizar los proyectos de tal o tal manera, sino del combustible tan especial que logré clarificar luego de ocuparme en mis heridas emocionales y concientizar el autoconocimiento de mi estilo con mucha autocompasión (y lo sigo haciendo). Unos les llaman sanar, otros le llaman envejecer.

Le perdí el entusiasmo al arrebato de que algún día me apuntara un gran reflector, lo cual no significa que sea negativo que a otras personas sí los ponche.

Hoy quiero que ese reflector más bien señale al mensaje de Imagen Consciente.

Hoy me llenan mis aliados, instituciones y clientas repletas de receptividad, liviandad, y ejemplares historias de superación personal; personas que tiene ganas de ser ELLAS y nadie más que ELLAS.

Hoy me vinculo con tener esa abundancia sana que permite la expansión del trabajo consciente, aprendiendo, compartiendo y enseñando, tener amor y tiempo con los míos, sentir tranquilidad y construir momentos de alegría y disfrute.

Ese combustible especial de mis proyectos y decisiones actuales se basa en conectar genuinamente con los demás.

“Parte de la práctica de manifestación es lo que dejas ir, en vez de lo que añades”, Eckhar Tolle.

¿Cuál es tu combustible?

 

Juliana Gutiérrez de la Cuadra.

Consultora internacional, docente y conferencista de Imagen Personal Consciente

Mentora en Conversaciones Inspiradoras

Moda Sostenible Central Saint Martins, UAL.

Personal Colour Style

 

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