Imagen personal, estilo y coherencia. “Quiero mudar de estilo y de razones”, Lope de Vega.…

Los tenis en la oficina
Los tenis en la oficina. Para afianzar nuestra comunicación asertiva en ambientes laborales, es fundamental aprender a leer el lenguaje no verbal de nuestro entorno corporativo, pues cada oficina, espacio de trabajo o institución tiene sus particularidades.
Por lo general, un espacio laboral de ambiente flexible nos abre la puerta a tener un lenguaje no verbal con nuestra imagen personal y estilo, igualmente relajado donde entrarían texturas como la del algodón de una camiseta o los tenis.
Hoy en día, y mucho más después de la pandemia, los códigos de vestuario laboral se han flexibilizado. La tendencia actual es el código casual corporativo.
Dentro de las piezas informales por excelencia están los tenis, que en la actualidad se llevan en dicho código toda la semana o los viernes laborales. Hay unos casuales y otros deportivos. Para los escenarios laborales de lenguaje formal, clásico o tradicional sugiero llevar los primeros que tienen un diseño más minimalista y sobrio en cuanto a color, texturas y formas. Repito, todo depende del contexto laboral.
¡DALE AL PLAY!
A pesar de que sabemos lo anterior, tal vez no nos hemos hecho las preguntas clave: ¿qué quiero comunicar de mí? ¿cuál es mi mensaje personal? ¿con qué intención estoy proyectando mi imagen y estilo?
Los códigos de vestuario no son una camisa de fuerza, pues ningún estilo es antagónico u opuesto a ningún código de vestuario. He visto estilos naturales y minimalistas (de poco maquillaje, zapatos planos, ninguna corbata, colores neutros) fluyendo en un código de vestuario formal. ¿Cómo lo hacen? Encontrando el equilibrio entre las texturas, diseños y colores de sus prendas.
Entonces, regreso a las preguntas: qué quiero comunicar, con qué intención estoy proyectando mi imagen y estilo. Si decido ponerme unos tenis deportivos (no casuales) para un código formal, soy consciente de que asumo los posibles cortos circuitos que voy a generar en mi comunicación interpersonal (y sus consecuencias), a menos de que haya elegido los tenis porque mi mensaje es retador y está orientado a la ruptura de las reglas. Lo cual es válido.
Pero esta elección tiene capas más profundas: ¿con qué intención estoy llevando de esa manera mi mensaje personal? La intención se basa en el ego- miedo cuando, por ejemplo: quiero mostrarme más fuerte que el otro o superior a los demás en razón a que “no me preocupo por mi proyección personal”, o porque no quiero que nadie me dé órdenes, o porque quiero ser el centro de atención y que todos me miren… Recordemos, todo lo que nace del miedo solo crea separaciones con los demás.
Hablemos de otras de esas capas profundas: cuando decido voluntariamente trabajar en una oficina, asumo no solo los derechos y las responsabilidades, sino también admito el lenguaje verbal y no verbal corporativo. Aquí la clave será entender que nos convertimos en embajadores de la marca de la empresa, razón por la cual es tan importante que nuestros valores estén sincera y genuinamente alineados con los de nuestro lugar de trabajo.
Por ejemplo: la empresa donde María trabaja quiere comunicar formalidad, sobriedad y cercanía. Ella quiera comunicar irreverencia, naturalidad y deportividad. En este caso los valores no coinciden, lo cual influye en toda la comunicación corporativa y por supuesto, personal.
La empatía
Hay otra capa más profunda: la empatía, entendiéndola como la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo del otro. ¿Cómo queremos hacer sentir a la otra persona?
Así entonces:
- El diseño casual de los tenis va a depender del estilo personal, que puede ser natural, elegante o clásico, con acento romántico, dramático o creativo.
- Si queremos ser disruptivos considero que debe haber un camino de autoconocimiento constante para que el mensaje personal sea genuino y no nazca del ego, de lo contrario perdería el equilibrio llegando a ser agresivo o incluso caricaturesco. Esto no solo nos revela que el estilo se está llevando con tensión, inseguridad o miedo, como lo nombré en unos renglones arriba, sino que posiblemente no se ha trabajado en una herida emocional.
Mi recomendación al lucir los tenis en una oficina de lenguaje formal, clásico o tradicional es que se lleven con prendas que le hagan equilibrio a su deportividad, por ejemplo, con piezas que le añadan un aspecto estructural.
Llevar los tenis bajo el código casual corporativo, más que todo en ambientes con tintes formales (diferente a espacios creativos y flexibles), implica aprender a combinar texturas tranquilas, como la lana, entre otras; con texturas pesadas, como el paño, entre otras; y darle un balance al color. De lo contrario podrían suceder dos situaciones:
- Nuestro mensaje caería en lo desmesuradamente informal, lo cual podría mermar nuestra coherencia comunicando un exceso de relajación y deportividad para manejar nuestros asuntos profesionales.
- Desviaríamos la atención de nuestro interlocutor, lo cual ampliaría las posibilidades de una pérdida de oportunidades.
Recordemos que la comunicación asertiva forma parte de nuestras habilidades blandas, las cuales son fundamentales en nuestras relaciones interpersonales.
Por todo lo anterior, considero que la clave de una imagen personal en armonía y consciente radica en el equilibrio y el autoconocimiento, con o sin tenis.
Juliana Gutiérrez de la Cuadra.
Consultora internacional, docente y conferencista de Imagen Personal Consciente
Mentora en Conversaciones Inspiradoras
Moda Sostenible Central Saint Martins, UAL.
Personal Colour Style
Los tenis en la oficina. Los tenis en la oficina
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