Un final feliz

Un final feliz

¡Pero qué año! Surfeamos olas muy altas y fuertes, que de seguro, nos fortalecieron y enseñaron a confiar más en la vida.

Porque no siempre remar con fuerza garantiza tocar la otra esquina.
Porque no siempre nadar perfecto garantiza llegar a la orilla.
Pero lo que sí genera es un fortalecimiento, lo cual es fundamental en la navegación de los subes y bajas de la vida; porque también hay que ser fuerte para rendirse y dejarse llevar…confiar en que la vida no te suelta.

Es el trabajo de hacer equilibrio: unas veces estás sobre la tabla, en la balsa o nadando, abriendo el camino y dejando estela; otras veces no hay tabla ni balsa que valgan.

También poco a poco vamos conociendo las olas y decidiendo en cuál nos montamos: las experiencias nos afinan el olfato para evitar desperdicios de energía.

Cerrar un año no es el final de esa energía convulsionada que el 2022 arrastró de los años anteriores, pero este cierre sí nos ayuda a hacer un balance personal y tener una conversación honesta con uno: dónde estoy, cómo estoy y para dónde quiero ir (cómo me quiero sentir). Ese sí me parece un final feliz.

 

Juliana Gutiérrez de la Cuadra.

Consultora, docente y conferencista de Imagen Personal Consciente

Coaching en Conversaciones Inspiradoras

Moda Sostenible Central Saint Martins, UAL.

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