Imagen y reconocimiento propio

Imagen y reconocimiento propio.

Me pregunto por qué tendemos a buscar lo que menos nos gusta de nosotros mism@s y para el final, dejamos lo que sí abrazamos. El tiempo durante el cual hemos aprendido una humildad incómoda, en la que es políticamente correcto no reconocer lo bueno de nosotros mism@s, sino criticarnos y decir “carezco de xxx”, es muy largo. Esto sucede porque confundimos la vanidad con el reconocimiento propio.

La vanidad, la egolatría o el narcisismo se oponen al reconocimiento propio: mientras los primeros se comunican desde el miedo (pues se cree que si no los expresamos o manifestamos no vamos a ser valorad@s), el reconocimiento propio se comparte con amor y sin expectativas. Y para llegar a él necesitamos observarnos y escucharnos a nosotros mism@s.

¿Cómo me observo y me escucho?

Son prácticas que nadie puede hacer por nosotros y podemos asumirlas con mayor amabilidad, empezando por reconocer lo que sí nos gusta de nosotr@s. Esto nos pone en un estado de gratitud que eleva nuestro amor, ánimo y energía.

En la medida que más nos auto-observamos y escuchamos encontramos que el camino es PROPIO y que nadie lo puede andar por nosotros. No se trata de cuál es el mejor, o que el camino que tenga más curvas y huecos sea el más loable o el peor; o que el que tiene más rosas sea el menos reconocido o el ideal.

Como lo dice la canción (y me perdonarán el lugar común) “No hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”, es decir aprender a disfrutarlo y compartirlo, cambiando su norte las veces que lo sientas necesario. Solo auto-observándote y escuchándote llegarás a la conclusión de que no hay camino más favorito, que el tuyo, y estarás orgullos@ de expresarlo y compartirlo, pues comprendiste que tu camino es TU oportunidad de crecimiento.

 

Juliana Gutiérrez de la Cuadra.

Consultora, docente y conferencista de Imagen Personal Consciente

Coaching en Conversaciones Inspiradoras

Moda Sostenible Central Saint Martins, UAL.

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