Vestuario y emociones. He comprobado (porque lo he vivido) la importancia de entender cómo eres…
La Vorágine: Herencia Verde
La Vorágine: Herencia Verde. No interesa en qué momento se haya leído o se vaya a leer La Vorágine. Es tal su modernismo e ímpetu que la obra trasciende en el tiempo. Hace un siglo José Eustasio Rivera escribió una nueva Colombia en plenos años 20, cuando apenas el país estaba cimentando sus límites y entendiendo que además de poseer montañas, también tenía selvas.
Es posible que algunos de ustedes recuerden el numeral que creé en el 2021 titulado #laropanarrada con el cual comparto en conmemoración al día del idioma, fragmentos de libros como Cien años de soledad, Río y En Agosto nos vemos, a través de los cuales el escritor presenta el vestuario de sus personajes. Desde ese entonces, fantaseé con que algún día en Colombia naciera una propuesta de moda inspirada en la literatura nacional.
Hoy, cuando La Vorágine cumple 100 años de escrita, Malva, la plataforma creativa Silla Verde y la Biblioteca Nacional de Colombia, lanzan la primera colección cápsula que entreteje moda, arte y literatura, para celebrar una forma de reinterpretar el pasado. De esta forma, reunieron a nueve diseñadores colombianos, como Jorge Duque, Alitza García, Verdi, Pamela Stevenson, Alejandro Crocker, Camilo Franco, Not a Uniform, Onda de Mar y Relicario, para reinterpretar La Vorágine en una colección única.
Vale la pena destacar su atención al detalle: desde vestidos vaporosos que evocan la bruma de la selva, hasta accesorios que explican las texturas de la naturaleza. «Herencia Verde» narra una historia tejida con hilos de sostenibilidad, diseño consciente y respeto por las raíces culturales.
“Lo que pedí al futuro es presenta ya”. Al diseñador Jorge Duque esta frase lo marcó. Una expresión que le habló del deseo y de la alegría del futuro. Duque comparte que es un libro profundamente conmovedor donde el amor es su narrativa constante. Esto lo impulsó a diseñar piezas muy femeninas que juegan con el volumen, el brillo y reivindican la silueta de la mujer. También las historias de amor de la obra traspasaron al diseñador para incluir texturas innovadoras y biomateriales alienados con la modernidad del libro.
“Mi mamá sabrá”. Fue la frase que movió a Alejandro Crocker, pues le recordó a su madre, de quien heredó el amor al vestuario. Al mismo tiempo Crocker encontró en estas palabras cierta ironía. Ese doble sentido lo conectó. En medio de un trabajo abrumador y una relectura angustiosa, el diseñador plasma todos los sueños frustrados de los personajes y secretos de esa selva, en los bolsillos de las piezas que guardan sus mensajes llenos de amor.
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«No me queda derecho ni a la ilusión”. Estas palabras de La Vorágine se convirtieron en el pilar de Camilo Franco, para validar el ejercicio estético que tituló Strange Food. El diseñador comenta que esta larga investigación se encuentra de forma palpable en su cápsula Malva edition 2024, Herencia Verde.
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“Por sobre yo, mi sombrero. Por grande que sea la tierra, me queda bajo los pies”. Para Relicario este fragmento revela la lucha del ser humano por dejar huella en un mundo basto e indomable. Cada prenda es una conexión entre el ser humano y su entorno. Los estampados evocan paisajes antiguos y las costuras simulan cicatrices. Esta colección refleja una inmersión en la naturaleza, el entorno indomable al que los personajes de Rivera se enfrentan en la obra, y las huellas que las experiencias dejan en el cuerpo y el alma.
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“De todo nuestro pretérito solo quedaría perdurable la huella de los pesares, porque el alma es como el tronco del árbol que no guarda memoria de las floraciones pasadas, sino de las heridas que le abrieron en la corteza”. La selva es inmensa y profunda. Es un latido constante del mundo. Inspirados en el viaje de Arturo Coba, Alitza García se adentró en la bastedad de la Amazonía. Aprendió que la selva es una maestra silenciosa, y que lo verdadero y eterno es lo que se teje con las propias manos y el corazón.
Para la diseñadora Pamela Stevenson “La Vorágine no es solo el túmulo físico de la selva; es el torbellino interno del alma humana, un remolino de emociones y desasosiegos que arrastra todo a su paso”.
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“Los devoró la selva”, fueron las 4 palabras de la obra que inspiraron a Onda de Mar para trabajar piezas en colores sólidos de la selva. Para la marca, dicha frase es la conexión entre el hombre y la naturaleza. Inspirados en un laberinto, su proceso creativo tuvo dibujos planos y materiales naturales con texturas fluidas que evocan la selva.
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Un grito herido por el amor romántico: se convierte en testigo de una época teñida de rojo que hoy, en pleno siglo XXI, la convertimos en el “verde de todos los colores”, comparte Not a Uniform. Sus diseños evocan el denim, y el animal print bajo un filtro verde grisáceo de la selva. “Las estrellas se adormecieron, y en la lontananza del ópalo, al nivel de la tierra apareció un celaje de incendio, una pincelada violenta, un coágulo de rubí”. Esta frase fue para Not a Uniform la conexión entre el libro, lo emocional y el lado estético de su marca. Desde que iniciaron el proceso creativo decidieron tomar una postura esperanzadora, fijar la mirada de adentro hacia afuera de la selva y refugiarse en las estrellas.
La Vorágine es una obra de denuncia. Hace 100 años le mostró al mundo una de las peores barbaridades que se presentaban en las caucherías de la frondosidad colombiana, entre páginas densas y pesadas; y a su vez reveló la riqueza, inmensidad y sabiduría de la selva: sus texturas, sus decenas de verdes y grises, sus amenazas y abrigos, sus laberintos y claridades. Hoy Malva presenta la espesura de esas mismas historias literarias con un relato visual desde la moda y el reverdecer.
Juliana Gutiérrez de la Cuadra.
Consultora internacional, docente y conferencista de Estilo e Imagen Personal Consciente
Mentora en Conversaciones Inspiradoras
Personal Colour Style
Bienestar Comunicativo, relacional y emocional
La Vorágone: Herencia Verde. La Vorágine: Herencia Verde.
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