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Imagen personal

El ego y la imagen personal

Tantas veces que hemos menospreciado y hasta condenado al ego. ¿Conoces la profunda relación entre el ego y tu imagen personal? El fin de semana en una conversación por mensajes de voz con una buena amiga, comprendí que no vale la pena criminalizar al ego. Más bien se trata de entenderlo como aquel que nos permite iluminar los puntos débiles en los que podemos trabajar, descubrir ángulos o crear nuevas líneas de vida o pensamiento.

Te cuento la historia y los aprendizajes. Desde diciembre del año pasado mi mente se ocupó de una idea con la que tuve conflicto. No me sentía cómoda ni plena con la dinámica de mi trabajo. Me pregunté ¿Para qué me está pasando esto?

Empecé a meditar más de lo habitual, y a leer y tomar cursos para entender la condición humana. ¡No he finalizado, de hecho, creo que nunca terminaré! En este proceso, he encontrado herramientas que hoy aplico a las sesiones privadas de acompañamiento personal, para quienes necesitan y quieren ver en su interior un trabajo individual en beneficio de su bienestar, apertura de conciencia, fortalecer su confianza y amor propio.

En una de dichas sesiones personalizadas, compartí mi confusión. Mi amiga y clienta me dijo: “Lo que vemos de nosotros en el exterior, aporta amor o energía a nuestro interior”. Fue una conversación que me movió el alma y sentí como el ego me había hecho entrar en un camino de transformación.

Llegó la cuarentena y entré más profundo en mi reflexión. Comprendí que el ego me había llevado a lo que llaman una crisis de significado de propósito y por consiguiente, a una reinvención para seguir entregando lo mejor de mí a los demás con mi parte esencial más conectada desde su raíz.

Este escrito no tiene el propósito de contarte si triunfé o perdí ante mi ego, sino comentarte que abrazarlo es liberador, que gracias a él todos los días trabajamos en nosotros mismos y que vivimos para tener equilibrio entre él y nuestra esencia.

 

La relación del ego y la imagen personal

Intentar racionalizar todo y tratar de que sea perfecto, le da más protagonismo o peso al ego, de manera que pierdes el equilibrio (además, es un proceso desgastante). Lo mismo sucede con la imagen personal: si entras en una inconformidad con tu manera de expresarte desde tu imagen personal, permítete interiorizar desde tu sensibilidad una nueva oportunidad, dejando creencias, estigmas y mitos atrás. Nunca te juzgues ni te sientas culpable por esto. Recuerda estamos en un trabajo constante orientado a contar con una relación honesta y amorosa con nosotros mismos y los demás.

Varios aprendizajes de esto que quiero compartirte:

El primero, es que el peor crítico es el que tienes en tu interior y solo tu decides verlo como el que te paraliza y reafirma creencias que quieres dejar atrás, o reconocerlo como un miedo para superarlo y tomar acción.

El segundo, que sentir un obstáculo vestido de miedo y reconocerlo, significa estar convirtiéndose en la persona que quieres ser.

El tercero, que los obstáculos ponen luz a lo que quieres cambiar o mejorar.

El cuarto, que tu misión y forma de expresarte desde tu imagen o espacio, tiene derecho a todas las oportunidades que necesites para sentirte plen@ contigo.

El quinto, que abrazar tu vulnerabilidad es el acto más amoroso que te genera libertad.

Y el sexto, que conectarte con tu naturalidad propia, es el estado ideal que además de permitirte tener una forma de expresarte con tu imagen libre, empática y real, te lleva a donde quieres llegar o estar, y con quien quieres estar. Todo esto se traduce en obtener un verdadero bienestar.

 

Un abrazo sincero, gracias por tu tiempo y permitirme compartir contigo este rato,

Juli.

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